a[pu]a

para violín (2022)

El círculo tiene un valor simbólico especial en los rituales de varias culturas originarias de distintas partes del mundo: en Paraguay lo encontramos por ejemplo en el Areté Guasu de los guaraníes, o en el Debylyby de los yshir. A diez mil kilómetros de distancia, la misma forma geométrica identifica varios rituales paganos del continente europeo.

En guaraní, el término «apu’a» significa «círculo» o «esfera», mientras que «pu» es «canto» o «sonido». Cuando me percaté de la afinidad entre ambas palabras, se me abrieron varias preguntas, casi como si hubiese un mensaje secreto inscripto en ella: ¿El sonido engendra el círculo? ¿O viceversa? Imposible no pensar en Scelsi, a pesar de la aparente distancia geográfica y cultural.

Dentro del círculo – gracias al sonido – la comunidad se une, borrando las diferencias que normalmente la dividen. Se abre una dimensión en la que cada quien aporta su propio canto, y se invoca a los antepasados para recordar a la sociedad que, además del círculo que une entre sí a aquellos que habitan el presente, también existe otro plano: un círculo en el que pasado, presente y futuro son una cosa sola, indivisible.

Un canto-oración para violín solo, a[pu]a comienza y termina en el mismo lugar.